Page 166 - LOS SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA-CONO SUR Y PAISES ANDINOS- TOMO 2 - FLAVIA FREIDENBERT
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CAMBIOS Y CONTINUIDADES EN EL SISTEMA... 153
Fuente: Tomado de Došek (2014b).
B. Patrones de competencia
La competencia política a nivel nacional ha estado marcada por una
notable estabilidad, una alta institucionalización del sistema de parti-
dos (Mainwaring y Scully, 1995; Scully, 1995; Payne et al., 2006) y bajos
copia
niveles de volatilidad electoral (Altman y Luna, 2011). Asimismo, la
alternancia en el poder entre las dos principales coaliciones —Concer-
tación y Alianza— no se dio hasta las elecciones de 2009, cuando ganó
Piñera en la segunda vuelta al ex presidente Frei. No obstante ello, ya
en las elecciones de 1999-2000, se dio el traspaso de los líderes demo-
cristianos a los socialistas y, además, marcó el comienzo de una mayor
competitividad de las contiendas electorales.
Las dos coaliciones tradicionales dominaron la competencia tan-
to a nivel presidencial como a nivel legislativo. Los dos candidatos
más votados para el Poder Ejecutivo siempre han sido representantes
de Concertación o Alianza. En 1989 y en 1993 no se necesitó una
segunda vuelta, ya que tanto Aylwin con el 55.17% como Frei con
el 57.98% obtuvieron la mayoría necesaria en la primera vuelta. A
partir de las elecciones de 1999-2000 no sólo se ha requerido de una
segunda vuelta sino que hubo también cambios en la oferta de los
candidatos. Lagos ganó en 1999 en la primera vuelta con un margen
muy estrecho de 0.45% sobre Joaquín Lavín, ganando en la segunda
con el 51.31%.
En las elecciones de 2005-2006, Bachelet enfrentó nuevamente a
Lavín y también a Piñera, dado que la Alianza no acordó por una se-
rie de razones internas un candidato común (Izquierdo y Navia 2007).
La suma de los votos de los candidatos de la (centro) derecha superó
el porcentaje recibido por Bachelet. No obstante y debido a que las
transferencias de votos no son automáticas, Bachelet pudo triunfar en
la segunda vuelta con el 53.50%.
Cuatro años más tarde, el escenario estuvo más complicado aún.
Esta vez, la Concertación sufrió problemas internos que terminaron
en escisiones y culminaron con la candidatura independiente de Mar-
cos Enríquez-Ominami (ex diputado del Partido Socialista). Estos
errores estratégicos en la nominación del candidato oficialista —la
Concertación postuló al ex presidente Frei (1994-2000)— conduje-
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