Page 163 - MUJERES EN LA POLITICA, EXPERIENCIAS NACIONALES Y SUBNACIONALES EN AMERICA LATINA - MARIANA CAMINOTTI FLAVIA FREIDENBERT
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170 Santiago Alles
Los resultados sugieren que las oportunidades de las mujeres no están
asociadas con los factores que facilitarían su ingreso en la arena política,
como el predominio de valores más igualitarios, mayores niveles de educa-
ción y mayor incorporación al mercado de trabajo; sino con los factores que
equilibran la arena partidaria y dejan más espacio a la emergencia de nuevos
dirigentes Las mujeres tienen mejores oportunidades de ser electas en magni-
tudes partidarias grandes y en distritos electorales grandes, donde la elite del
copia
partido con control sobre el proceso de nominación puede incorporar a nuevos
actores sin necesidad de excluir a los actores ya establecidos Por el contrario,
las mujeres tienen sustantivamente menos oportunidades donde el ingreso a la
competencia partidaria es más restrictivo, como consecuencia de la elección de
partidos con pocos escaños
¿Qué ocurre en el piso de abajo? La inserción de las mujeres
en Argentina, entre la arena federal y provincial
Los derechos electorales de las mujeres fueron reconocidos en América Latina
entre las décadas de 1930 y 1950 (Smith, 2012; Schwindt-Bayer, 2010: 43)
Mientras la incorporación de mujeres en cargos electivos no fue inmediata en
casi ningún país de la región; en Argentina, el reconocimiento del derecho a
votar fue acompañado por la introducción de un sistema sui-generis de cuotas
partidarias en el –entonces dominante– Partido Justicialista Los resultados
fueron sustantivos: 15% de la Cámara de Diputados en 1952 estaba integrada
por mujeres, un porcentaje mayor al observado en cualquier otro régimen
competitivo de la época (Jones, 2009) Un golpe militar depuso al peronismo
en 1955 y, desde entonces hasta el inicio de la ola democratizadora de la década
de 1980, ni el Congreso argentino ni la legislatura de ningún otro país latinoa-
mericano observó registros comparables Más aún, la restauración democráti-
ca en 1983 no se tradujo en un inmediato retorno de las mujeres: a lo largo de
toda la década, el porcentaje de escaños ocupados por mujeres en el Congreso
argentino se mantuvo en niveles mínimos (Alles, 2007)
El punto de ruptura fue la sanción de un régimen de cuotas para las elec-
ciones de diputados nacionales: la Ley de Cupo Femenino de 1991 El con-
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