Page 71 - REFORMAS INCLUSIVAS, ACTORES CRITICOS Y REPRESENTACION POLITICA DE LAS MUJERES EN AMERICA LATINA - FLAVIA FREIDENBERT
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REFORMAS INCLUSIVAS, ACTORES CRÍTICOS  Y REPRESENTACIÓN
                                            POLÍTICA DE LAS MUJERES  EN AMÉRICA LATINA



            capacitación y fortalecimiento de liderazgos femeninos y masculinos, y en
            impulsar los cambios internos que se requieren para que sean aliados de
            las democracias paritarias con igualdad sustantiva. Esto supone identificar
            y eliminar las barreras formales (estatutos) e informales (prácticas) que
            dificultan la participación política de las mujeres en igualdad de condiciones
            que los hombres políticos. En este proceso, los cargos de dirección, así
            como los de designación política (gabinetes), deberían ser integrados de
                                   copia
            manera paritaria, es decir, 50% de hombres y 50% de mujeres. Asimismo,
            se deben impulsar cambios en la estructura permanente de los partidos
            políticos, en la integración de los comités ejecutivos, así como también
            en la institucionalidad de género a partir de la creación de Secretarías de
            la Mujer, Unidades de Género u otro tipo de instancias organizativas al
            interior de los partidos.
                 Una tercera línea de propuestas también implica incorporar “primarias
            paritarias”, con doble papeleta, donde cada militante (hombre y mujer)
            vote por una persona y que las más votadas integren las listas por orden de
            prelación (Freidenberg y Brown Araúz 2019). La reforma de la selección de
            las candidaturas es posiblemente la más ambiciosa y compleja de negociar
            con los partidos, y también con el movimiento de mujeres, que no siempre      71
            perciben la necesidad prioritaria de incidir sobre el modo en que se define
            la oferta partidista. Los partidos también deberían crear protocolos de
            funcionamiento para la atención de la violencia política en razón de género
            contra las mujeres, donde se clarifique qué es y qué no es violencia; qué se
            debe hacer dentro del partido frente a una denuncia de violencia política
            en razón de género, en qué medida afectan el ejercicio de los derechos
            políticos-electorales, cuánto implica su “determinancia” y de qué manera
            el componente de género supone un agravante en materia de derechos
            políticos. 33

                 Un cuarto grupo de reformas debería estar orientado al financiamiento
            etiquetado con perspectiva de género para el fortalecimiento del liderazgo
            femenino y para mejorar las herramientas de fiscalización de los recursos
            para  la  igualdad  de  género.  Las  mujeres  requieren  recursos  para  hacer
            política; por ello, es necesario concretar apoyos económicos directos

            33  Esa guía, que ya es obligatoria, por ejemplo, para los partidos mexicanos, debería responsabilizar a
            las dirigencias partidistas respecto a la protección de los derechos de las mujeres militantes y debe
            establecer de manera clara cuál es la hoja de ruta cuando se violentan los derechos de las mujeres
            militantes.
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