Page 68 - REFORMAS INCLUSIVAS, ACTORES CRITICOS Y REPRESENTACION POLITICA DE LAS MUJERES EN AMERICA LATINA - FLAVIA FREIDENBERT
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Flavia Freidenberg
1. Presencia no significa representación: mujeres al poder (con
poder) y conciencia de género
La presencia de las mujeres en diferentes espacios sociales y políticos
contribuye a generar nuevos roles y prototipos de mujeres, distintos
de los tradicionales a los que está acostumbrada la opinión pública
latinoamericana. Esa presencia cuestiona formas, discursos y maneras de
hacer las cosas. De alguna manera, la presencia de las mujeres desafía una
copia
especie de “orden divino” que parece estar instalado en las creencias de
muchas personas respecto a cómo deberían ser las cosas. El redistribuir de
manera equilibrada el poder entre hombres y mujeres (tanto en lo público
como en lo privado) ayuda a construir relaciones horizontales de igualdad
y liderazgos libres de estereotipos y prejuicios. Esto es parte de lo que
supone feminizar a la política y la sociedad, generando transformaciones
en los paradigmas, las reglas y las prácticas sociales y políticas.
Una vez que el número de mujeres representantes se ha incrementado
de manera descriptiva en las instituciones, surgen otros dilemas que
tienen que ver con el “actuar para las mujeres” (Celis et al. 2008), que
68 tiene que ver con las iniciativas y las leyes que producen ellas dentro de
las instituciones, y que supone discutir la idea de a quién, qué intereses y
problemas representan las mujeres (Celis et al. 2008). Representar es “estar
presente en ausencia de” (Pitkin 1984) y, por tanto, toda “representación
de género” está relacionada con el sexo de los cuerpos (“quiénes”),
así como también se enfoca en examinar los actos, las decisiones y los
reclamos de los representantes (“qué”) (Celis 2008: 71).
La experiencia comparada da cuenta de que un mayor número de
mujeres en las instituciones no supone necesariamente mayor discusión
o representación de las demandas de género (Schwindt-Bayer 2014) ni
tampoco que los obstáculos desaparezcan. Aun cuando se ha incrementado
la representación descriptiva de las mujeres, todavía hace falta trabajar
más hacia la plena inclusión de las mujeres. La brecha entre lo que indica
la norma (paridad o cuota), el modo en que los partidos procesan o filtran
esas reglas y la representación efectiva aún es grande en la mayoría de
los países, y se requieren más instrumentos de control y más activismo
partidista (además del movimiento de mujeres y de las autoridades
electorales) para superar los obstáculos que enfrentan las mujeres cuando
quieren hacer política en igualdad de condiciones que los hombres.