Page 62 - CUANDO HACER POLITICA TE CUESTA LA VIDA - FLAVIA FREIDENBERT Y GABRIELA DEL VALLE PÉREZ
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Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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                                   ¿QUÉ ES LA VIOLENCIA POLÍTICA?...             49

                yan daño físico, o si se debe extender a un rango más amplio de conductas
                agresivas. Los argumentos en favor de una definición restringida sugieren
                el uso de términos alternativos como abuso para referirse a agresiones que
                no son de carácter físico (Kilpatrick, 2004: 1225). Sin embargo, un núme-
                ro cada vez mayor de investigadores y agencias estatales argumentan que
                la violencia es multidimensional, y por lo tanto, resulta ser mejor definida



                como   un continuo de actos violentos (DeKeseredy, 2000: 739).
                   Este acercamiento más amplio se refleja en el artículo 1 de la Declara-
                                    copia
                ción sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (1993), que define
                la “violencia contra las mujeres” como “todo acto de violencia basado en la
                pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un
                daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las
                amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la liber-
                tad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”. Esta
                declaración reconoce de manera explícita que este tipo de violencia puede
                ser perpetrado por un sinnúmero de actores diversos, desde miembros de la
                familia, la
                         comunidad en general y/o agentes del Estado.



                   La   Declaración fue uno de los más grandes éxitos de las campañas glo-


                bales que se   realizaron en las décadas de 1980 y 1990, que expusieron en

                   el escenario global el problema de la violencia contra las mujeres. Al argu-






                mentar que “los derechos de las mujeres son derechos humanos”, activistas
                contra la violencia encararon este problema como una afrenta a la dignidad
                humana “específicamente conectada al ser mujer” (Bunch, 1990: 486). Uno
                de los mayores logros de este movimiento fue su éxito en vincular una gran
                variedad de    prácticas bajo el mismo concepto compartido de  “violencia

                contra las mujeres”. Estas prácticas incluyen la violación y el abuso domés-
                tico en los Estados Unidos y Europa, la ablación genital en África, la escla-
                vitud con fines sexuales en Europa y Asia, muertes por la dote matrimonial
                en la India, y la tortura y violación de prisioneras políticas en América La-
                tina. De esta manera, la gente “puede pensar en ellas como ‘lo mismo’ de
                alguna manera” (Keck y Sikkink, 1998: 171). El resultado fue resaltar que la
                violencia contra   las mujeres es un problema en todos los países, que afecta a


                las mujeres en todos los estratos socioeconómicos y etapas de la vida, incluso
                si se mantiene en silencio y no se reporta (Peters y Wolper, 1995: 1; True,
                2012: 3;
                        Watts y Zimmerman, 2002: 1232).
                   La genealogía del concepto de “violencia contra las mujeres” a nivel glo-
                bal ofrece lecciones importantes para debates actuales sobre la definición,
                prevención y sanción de la violencia contra las mujeres en política. La pri-
                mera lección es el reconocimiento de que lo que “cuenta” como “violencia”
                puede no generar consenso entre todos los actores involucrados en estos

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