Page 123 - CUANDO HACER POLITICA TE CUESTA LA VIDA - FLAVIA FREIDENBERT Y GABRIELA DEL VALLE PÉREZ
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DE TECHOS, SUELOS, LABERINTOS Y PRECIPICIOS... 111
interna, asociada a la construcción de la subjetividad y de la identidad de
género femenina.
Es una barrera psicológica, cognitiva, producto del aprendizaje social
y de la socialización que ocurre tanto en el seno de la familia como a tra-
vés de los medios de comunicación de masas. Consiste en un techo erigido
por las propias mujeres, autoimpuesto por las elecciones personales cuan-
do deciden no querer promocionar; elecciones muchas veces derivadas del
miedo a las consecuencias y el alto costo que perciben que tendría en sus
copia
vidas personales y familiares desempeñarse en ocupaciones y actividades
con poca flexibilidad, horarios atípicos, mucha valoración de lo presencial,
viajes frecuentes y reuniones imprevistas o tardías.
Una tercera barrera la define el concepto de “suelo pegajoso”. Se trata
de una barrera cultural, ligada a prácticas concretas, que plantea el espacio
privado como el “natural” de las mujeres, y que “pega” o adhiere a las mu-
jeres a las tareas de cuidado tradicionales, obstaculizando así sus posibilida-
des de desarrollo y manteniéndolas en la base de la pirámide económica al
requerirles que equilibren el trabajo dentro y fuera del ámbito doméstico.
Las sociedades, la pareja y la familia presionan a las mujeres para hacerles
creer que son las responsables principales de proveer cuidados a sus hijos
pequeños, a sus parejas y a sus padres mayores. Las dobles jornadas dificul-
tan la promoción profesional.
Finalmente, una cuarta barrera identificada por los investigadores es el
“precipicio de cristal” (Ryan y Haslam, 2005; Ryan y Haslam, 2008), que
alude al hecho de que muchas de las mujeres que llegan a puestos directivos,
aterrizan en aquellos en los que existe un mayor riesgo de fracasar, porque
en muchos casos les ofrecen puestos altos, pero en organizaciones con crisis
terminales o de gravedad, con la expectativa de que las supuestas habilida-
des “naturales” femeninas de saber lidiar con los aspectos socioemocionales
que toda crisis conlleva, mágicamente resuelvan la solución y saquen a la
organización a flote.
Los autores analizaron los organigramas de 100 importantes empre-
sas de Gran Bretaña y encontraron que las organizaciones que están atra-
vesando momentos de crisis o con desempeños en caída, son las que más
deciden contratar mujeres para que ocupen posiciones de liderazgo, con la
esperanza de revertir la situación. Pero son puestos “peligrosos y complica-
dos”, dado que desde el inicio conllevan para el líder altos riesgos de fracaso
(Ryan y Haslam, 2005: 83).
Este precipicio también lo enfrentan las mujeres políticas. Al tratar de
comprender la menor representación y presencia de mujeres con relación
al liderazgo político, Ryan et al. (2010) investigaron los tipos de oportunida-
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