Page 38 - REFORMAS INCLUSIVAS, ACTORES CRITICOS Y REPRESENTACION POLITICA DE LAS MUJERES EN AMERICA LATINA - FLAVIA FREIDENBERT
P. 38
Flavia Freidenberg
mujeres. A partir de este sesgo implícito de género se suele pensar que
son las mujeres (solo por ser mujeres) quienes deberían impulsar ciertas
agendas públicas (Muñoz-Pogossian y Freidenberg 2020). Estos encuadres
temáticos vinculan a las mujeres con determinados temas, como lo
relacionado a la familia, el cuidado, los hijos e, incluso, lo social (Riorda
2020; García Beaudoux 2018); y también termina siendo una manera de
estereotipar, como si hubiera un único modelo universal de mujer o como
copia
si ellas debieran, por su condición de género, encargarse de un número
específico de temas y agendas. Esto, según la comunicación efectuada
con el consultor argentino Mario Riorda, “sitúa a la mujer en lo afectivo
[como si] la mujer representara [de manera específica] el cuidado, en su
dimensión personal pero también en su dimensión política”.
Cuarto, los obstáculos socioeconómicos dan cuenta de las limitaciones
respecto al acceso al dinero y a las redes de financiamiento para las mujeres
(Pomares 2014; Ferreira Rubio 2013). Según una encuesta online realizada
en el marco del #ObservatorioREFPOL, las mujeres reciben menos dinero
para sus campañas que sus homólogos masculinos. Casi el 50% indicó
que existen brechas de género en la distribución del financiamiento en
38 los partidos, que tienen menos acceso a las redes de financiación, que
tienen que depender de recursos propios o de ayuda de sus familiares
para sustentar sus campañas y que, además, deben hacerse cargo de las
tareas de cuidado a nivel de sus redes personales (Muñoz-Pogossian &
Freidenberg 2018). Esta falta de financiamiento disuade a muchas mujeres
de participar en política, especialmente, en países donde el sistema de
financiamiento se basa principalmente en donaciones privadas o donde,
recibiendo los partidos financiamiento público, las reglas de distribución
de ese dinero son poco transparentes, son informales, no están claras o se
utilizan con criterios sexistas.
Finalmente, los obstáculos institucionales tienen que ver con las
reglas que establecen el modo en que se registran candidaturas a cargos
de representación popular, es decir, el régimen electoral de género que,
junto al sistema electoral, son piezas claves del puzzle que afecta la
representación descriptiva de las mujeres en América Latina. La literatura
comparada ha evidenciado que, cuanto más fuerte (más exigente) sea el
régimen electoral de género, mayor será el número de mujeres elegidas
para los cargos de representación política (Freidenberg 2020; Archenti y