Page 187 - CUANDO HACER POLITICA TE CUESTA LA VIDA - FLAVIA FREIDENBERT Y GABRIELA DEL VALLE PÉREZ
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178 MARÍA DEL PILAR HERNÁNDEZ
La violencia puede ser de carácter moral, psicológico y físico, de con-
formidad con el artículo 2o. de la Declaración sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer; hoy en día, todas estas formas de violencia son
atacadas mediante el esfuerzo de la comunidad internacional, esencialmente
por medio de instrumentos internacionales de derechos humanos que, ino-
pinadamente, han incidido en la toma de posición y la consecuente sanción
de una legislación protectora de naturaleza multidimensional, acompañada,
desde luego, de un cúmulo de políticas públicas.
copia
Con el mismo sentido de violencia, pero bajo la denominación de “aco-
so político”, Georgina Yemara López sostiene: 5
Acoso político, una forma de violencia de género cometida contra personas ac-
tivas en la vida pública, es una barrera fundamental para la participación de
las mujeres en la toma de decisiones… Esta violencia refuerza los roles de gé-
nero tradicionales y las estructuras políticas dominadas por los hombres, que
socavan la calidad de la democracia, el desarrollo y los derechos humanos. La
violencia política es un problema generalizado desde los niveles municipales
hasta los parlamentos nacionales, sin embargo, aún no ha sido denunciado.
En México, la LGAMVLV, en su artículo 5o., fracción IV, describe de
manera general los extremos conceptuales de la violencia política contra las
mujeres: “Violencia contra las Mujeres: Cualquier acción u omisión, basada
en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimo-
nial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el
público”.
Si el iter de la violencia política se inicia en la militancia, esto es, en la
vida intrapartidaria, entonces la postulación como precandidatas o candida-
tas dentro de los partidos políticos, en el ejercicio de la representación de-
mocrática electiva o, en general, de la función pública, recrudece los actos
violentos hacia las mujeres en directa proporción, aunque se trate de cuotas
o paridad. Por lo tanto, los primeros sujetos a persuadir son mujeres y hom-
bres dirigentes de los partidos políticos y/o, en su caso, en el ejercicio de
la representación política; además, los líderes “abren brecha a las mujeres”
y que, según la visión misógina del poder, “sin el aval de esos hombres, las
hubiesen logrado”.
mujeres poderosas no lo
Reiterando: la paradoja del poder consiste en que éste es asexual, más
allá del rol de género que se asuma, porque —como ya bien lo asentó Mi-
chels—, al final de todo, el poder se ejerce bajo el imperio de una ley, a saber:
la ley de hierro de las oligarquías (Hernández, 2002).
5 Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=MCP-qdh8VjM.
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