Page 74 - LOS SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA-CONO SUR Y PAISES ANDINOS- TOMO 2 - FLAVIA FREIDENBERT
P. 74
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Juridica Virtual del Instituto de Investigaciones Juridicas de la UNAM
http://www.juridicas.unam.mx Libro completo en
http://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://goo.gl/Yhu5uB
60 ANDRÉS MALAMUD / MIGUEL DE LUCA
VI. concLuSioneS
Luego del colapso político de diciembre de 2001, varios analistas sos-
tuvieron que el rechazo popular a la élite política acarrearía el fin de
los partidos tradicionales. Sin embargo, hasta 2015 el PJ conservó la
Presidencia de la República, el 55% del Senado, el 51% de la Cámara
de Diputados y el 66% de las gobernaciones provinciales. El segundo
copia
partido, la UCR, ocupó hasta diciembre de ese año el 28% del Sena-
do, el 17% de la Cámara de Diputados y, a pesar de alinear sólo un
gobernador, un tercio de las ciudades capitales de provincia. Entre los
dos partidos había un abismo, pero detrás de ellos también. Las fuer-
zas que habían superado a la UCR en las elecciones presidenciales de
2003, 2007 y 2011 (RECREAR, ARI y el FAP) no consiguieron más
que un senador, un gobernador y un puñado de diputados entre las
tres. A fines de 2015 esta historia iba finalmente a cambiar… un poco.
El PRO, que gobierna la Ciudad de Buenos Aires desde 2007
pero no presentó candidato presidencial en 2011, obtuvo en 2013 tres
senadores y una veintena de diputados. En 2015 realizó una alianza
con la UCR, denominada Cambiemos, que le permitió ganar las elec-
ciones presidenciales con la fórmula propia Mauricio Macri-Gabriela
Michetti. Por primera vez en un siglo, un partido que no era radical
ni peronista lograba ese objetivo. En los otros niveles del sistema de
partidos, sin embargo, esta irrupción es atenuada. El PRO cuenta hoy
con seis senadores contra nueve de la UCR y 40 del PJ-FPV, y su blo-
que de diputados llega al 16% de la Cámara (41 integrantes sobre un
total de 257). La alianza Cambiemos aglutina, en total, 91 diputados.
A nivel provincial, el radicalismo tiene tres gobernadores y el PRO
dos, aunque en este último caso importe más la calidad: ciudad y pro-
vincia de Buenos Aires representan casi el 50% del padrón electoral.
En otras palabras, la novedad al nivel presidencial convive con gran
continuidad en el Congreso y las gobernaciones.
En treinta años, terceros partidos habían hecho esporádicas in-
cursiones electorales pero nunca se lograron consolidar, en contraste
con los dos partidos tradicionales que mostraron resiliencia y capaci-
dad de recuperación —si bien asimétrica—. El PRO constituye, por
eso, el primer intento exitoso de quebrar la histórica diarquía parti-
daria. Los próximos años dirán si se suma al sistema de partidos o
sustituye a uno de los actores tradicionales, en cuyo caso confirmará
la observación de Mair (1996: 99-100) de que “cambios masivos al
DR © 2016. Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Instituto Nacional Electoral

