Page 362 - LOS SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA-CONO SUR Y PAISES ANDINOS- TOMO 2 - FLAVIA FREIDENBERT
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352 BOTERO / LOSADA / WILLS-OTERO
da. El número de integrantes de la lista se limitó al número de cargos
a proveer. Adicionalmente, se estableció que los partidos pudieran
decidir presentar listas cerradas en las elecciones o, alternativamen-
te, listas con voto preferente. En estas últimas el votante incide en el
orden de la lista al tener la opción de votar por el candidato de su
preferencia. En cualquier caso, se espera que los candidatos queden
claramente identificados dentro de un partido y que los votantes pue-
dan hacer la asociación de manera directa.
copia
En segundo lugar, la fórmula de cocientes y mayores residuos con
la que se asignaban los escaños, se cambió por el sistema D’Hondt.
Finalmente, se definió un umbral electoral para cada Cámara. En el
Senado el umbral quedó en 2% de los votos válidos y en la Cámara
variaba de acuerdo con la magnitud del distrito. Adicionalmente, el
Congreso aprobó una ley de bancadas, complementaria a la RP03,
cuyo propósito fue el de lograr un comportamiento disciplinado de los
partidos en el Legislativo.
12
El balance de los resultados de las elecciones posteriores a la RP03
es mixto. Por un lado, el propósito de ordenar el sistema al reducir el
número de partidos se ha cumplido. Si antes de 2003 se alcanzaron
a elegir senadores de más de cuarenta organizaciones, en 2006, 2010
y 2014 sólo diez partidos obtuvieron escaños en la circunscripción
nacional del Senado (Hoskin y García, 2006: passim; Botero, 2009:
passim). La exigencia a los partidos de presentar una única lista expli-
ca dicho resultado; la utilización del umbral y la fórmula D’Hondt lo
complementan. Estas medidas generaron incentivos para que candi-
datos de diferentes organizaciones, especialmente de las minoritarias,
unieran esfuerzos con la expectativa de resultar elegidos.
Ahora bien, estos esfuerzos no significan necesariamente que las
alianzas sean la sumatoria de partes coherentes e ideologías comunes.
En muchas ocasiones la unión es meramente estratégica para lograr
un objetivo electoral. Por otro lado, aunque las listas únicas redu-
cen los incentivos de la fragmentación partidaria, la opción de usar
voto preferente limita el logro de ese objetivo. Los candidatos siguen
compitiendo con sus copartidarios y recurren a prácticas clientelistas
para persuadir al electorado. Unos pocos partidos presentaron listas
cerradas en 2006 mientras que casi ninguno lo hizo en 2010 y 2014.
12 Véase Acto Legislativo 1 de 2003. Una segunda reforma política, el Acto Legis-
lativo 1 de 2009, impuso una gran responsabilidad en los dirigentes de los partidos en
relación con la inscripción de candidatos, e hizo más difícil el que un político cambie
de un partido a otro.
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