Page 38 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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a.2. La postura de Max Weber
Max Weber, por su parte, sostiene que no existe ningún análisis cien-
tífico objetivo de la vida cultural o social que sea independiente de unas
perspectivas especiales o parciales (juicios de valor) que de forma expre-
sa o tácita, de forma consciente o inconsciente, los a) elija, b) analice y
c) los articule plásticamente. La ciencia social es una ciencia de la reali-
dad, quiere comprender la peculiaridad de la vida real que nos rodea. Es
decir:
—El contexto cultural y el significado cultural de sus manifestacio-
nes en su forma actual.
—Las causas históricas de que se hayan producido así, no de otra
forma.
Tan pronto como queremos estudiar esta vida real, comprobamos
que ésta es un conjunto infinito de diversidad inabarcable, debido a lo
cual, el espíritu humano (finito) trabaja con la premisa tácita de que el
objeto de su comprensión científica sólo puede ser un fragmento finito
de esta realidad infinita. ¿Según qué principios o normas se elige este
fragmento de estudio? Con frecuencia, comenta M. Weber, se ha creí-
do que este fragmento de la ciencia era establecer leyes, conforme a
las cuales funciona la realidad, por lo cual se creyó que el criterio era
éste de encontrar tales leyes. Lo que pueda formularse como ley y ex-
plicarse como efecto suyo se tiene como esencial. El resto, lo que se
escapa a las leyes, queda de lado como una realidad «aún sin explicar,
o como algo ininteligible» o algo «despreciable» (sólo válido para cu-
riosos). Es una teoría que querría reducir la ciencia a la ciencia astro-
nómica.
Semejante teoría presenta, en su opinión, dos limitaciones insalva-
bles:
—En primer lugar, suponiendo que se conozcan todas las leyes y
sus infinitas conexiones causales para producir fenómenos, ello
se parecería más a un diccionario de posibles causas y combina-
ciones de causas sin poder decirnos, en cada caso concreto, cuál
es la causa o conexión de causas que ha influido. En cada caso
concreto, sin embargo, nos interesa la causa o ley influyente. Lo
cual es imposible.
—En segundo lugar, no basta con establecer estas constelaciones
porque la cultura tiene por objeto conocer los fenómenos según
su significado cultural. Ahora bien, el concepto de cultura es un
concepto de valor, y la realidad empírica es cultura (porque a tra-
vés del valor se fijan aquellos aspectos de la vida real que a noso-
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