Page 195 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN JURÍDICA-Jorge Olvera García
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Lineamientos para la redacción / 195
Nunca escribir la bibliografía al final del proceso escritural. Es común que, con
el entusiasmo de avanzar en la redacción, y con la finalidad de no “perder tiempo”,
se postergue la redacción de la bibliografía al final del proceso. Consideramos que
ésta es la peor de las decisiones que pueden tomarse cuando se escribe un documen-
to académico. Dejar la redacción de la bibliografía al final del proceso garantiza que
muchas de las fuentes sean omitidas, o mal referidas. El uso de gestores bibliográfi-
cos de forma paralela a la escritura del texto facilita esta labor y nos permite garan-
tizar que todas las fuentes citadas estén efectiva y correctamente referidas.
Antes de considerar que el texto está concluido, verificar que todas las
fuentes señaladas en el cuerpo del texto correspondan efectivamente a las anota-
das en la bibliografía final y viceversa. Es muy común encontrar desfases en
años de edición de los documentos citados y los referidos. Asimismo es muy
importante que en la bibliografía sólo se indiquen los textos efectivamente ci-
tados, y eliminar todos aquellos que no estén mencionados en el cuerpo del
texto. Esta es una mala práctica que afecta la generación de índices de citas,
que puede afectar el posicionamiento de publicaciones científicas.
Cuidar que todos los cuadros, gráficas, imágenes, mapas, etcétera, señalen
al pie la fuente de donde se obtuvieron los datos, y verificar puntualmente que
dicha fuente se encuentre referida en la bibliografía. En caso de que la fuente
derive de datos o información generada por el propio autor en el marco de la
investigación realizada, se deberá colocar la leyenda “elaboración propia a par-
tir de los datos de…”.
En el caso de citar documentos académicos extraídos de repositorios insti-
tucionales, disciplinares o de datos, no olvidar anotar el número doi de refe-
rencia (Digital Object Identifier). Se trata de un identificador único para los
documentos digitales académicos, que garantiza la eficaz recuperación y preser-
vación de la información.
Cada cita textual de un libro o documento de 40 palabras o menos debe
escribirse entre comillas y se debe indicar la referencia bibliográfica, especifi-
cando páginas. Si la cita textual es de más de 40 palabras se coloca en un pá-
rrafo separado con una sangría diferente del cuerpo del texto —a este tipo de
párrafo se le conoce en el medio editorial con el término “párrafo a bando”— y
se agrega también la referencia bibliográfica.
Si se realiza una glosa o paráfrasis del texto de otro autor (es decir, si se
retoma la idea de un autor, pero no se usan las palabras textuales), se debe
indicar la referencia bibliográfica y las páginas de donde se retoma la idea.