Page 263 - LA CIENCIA POLÍTICA SOBRE AMÉRICA LATINA - FLAVIA FREIDENBERT
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        254  I. La enseñanza de la Ciencia Política



            o el clientelismo– pero que buscaba y ofrecía explicaciones a los mis-
            mos en clave de variables sociales –como las clases sociales o los perfi-
            les sociodemográficos de la población–.
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               Pero además de distinguirse de otros discursos sobre la política, era
            necesario que la institucionalidad específica que se estaba creando para
            la disciplina se dotara de contenidos, esto es, que se conformara una
            masa crítica de docentes, de programas de investigación y de enseñan-
                               copia
            za, en un contexto «prácticamente sin politólogos» (Bentancur, 2003).
            Esta necesidad permite comprender otro de los rasgos que caracterizó a
            la estrategia de institucionalización de una ciencia de la política en el
            país: el imaginarse más como la convergencia de aquellos sitios donde
            se estudiaba previamente que el concebir a la Ciencia Política como
            la implantación de un nuevo proyecto de manera compartimentada.
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               Esta estrategia, a su vez, requería de la adopción de criterios laxos de
            vigilancia de las puertas de entrada a la comunidad académica en tér-
            minos de perspectivas teóricas y metodológicas, así como también de
            una comprensión de la ciencia «en un sentido amplio» –en los térmi-
            nos planteados por Bobbio (1982:155)–, como cualquier estudio de los
            fenómenos y de las estructuras políticas conducido con sistematicidad
            y rigor, que se apoya en un amplio y agudo examen de los hechos y que
            se distingue, por ello, de la opinión, el sentido común y las creencias
            cotidianas. Solo de este modo se dejaba margen suficiente para que el
            icp se alimentara de disciplinas, acumulaciones y trayectorias diversas,
            dando lugar a un «ambiente pluralista». Lo político importa y ofrece
            claves para explicar el mundo social, por lo que, traspasado este umbral




            95   Esta visión se puede encontrar en los documentos de la época, como en el antes
            mencionado pedido presupuestal (1991-1992) donde se encuentra la expresión «legalidad
            intrínseca de los fenómenos políticos», por poner un ejemplo.
            96   Para otros países se encuentran relatos similares. Véase para el caso de Brasil, por
            ejemplo, lo señalado por Amorim Neto y Santos (2005: 102): «la búsqueda de autonomía
            de lo político generó, en la época, una gran solidaridad entre investigadores de distintas
            convicciones ideológicas y metodológicas. Al fin de cuentas, había enemigos comunes
            para combatir, a saber, aquellos que no le conferían al político un estatuto ontológico
            propio […]».





               DR © 2017. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas
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