Page 604 - LA CIENCIA POLÍTICA SOBRE AMÉRICA LATINA - FLAVIA FREIDENBERT
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La evaluación y promoción de las Ciencias Sociales en México... 595
La falta de acceso o posibilidades de inserción dentro del sni derivó
en la idea de diseñar programas complementarios para el fortalecimien-
to de las plantas docentes y de investigación dentro de las universida-
des estatales. Ello implicó crear en 1996, por parte de la Secretaría de
Educación Pública, el Programa para el Mejoramiento del Profesorado
(promep), que va dirigido primordialmente hacia la creación de re-
des científicas en las entidades federativas, y cuyo propósito central
es alentar esquemas de carrera académica similares a los que poseen
copia
las universidades de alcance federal. Todo esto a partir de programas y
esquemas de incentivos que implican la clasificación y ponderación de
las actividades de docencia, investigación, divulgación y gestión a efec-
tos de cubrir un «perfil deseable», además de alentar a la organización
de grupos de trabajo («cuerpos académicos»), los cuales serán identifi-
cados y apoyados a partir de sus niveles de integración, habilitación y
resultados (Rubio Oca, 2006).
Por otra parte, cabe consignar que desde 2002 opera una Ley de Cien-
cia y Tecnología (lcyt), cuya versión vigente en el Diario Oficial de la
Federación data del 28 de enero de 2011. Dicha ley establece un nuevo
marco para la discusión y definición de las políticas nacionales de ciencia
y tecnología, creando así el Foro Consultivo Científico y Tecnológico
(fccyt), como órgano autónomo permanente de consulta tanto del Po-
der Ejecutivo Federal, el Consejo General de Investigación Científica
y Desarrollo Tecnológico, así como la Junta de Gobierno de conacyt.
La mesa directiva del Foro, como lo indica la lcyt, está formada por 19
integrantes. Dieciséis de ellos son los titulares de diversas dependencias y
organismos educativos, mientras que los otros tres integrantes son inves-
tigadores pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores, quienes
llegan a la mesa directiva por elección de otros miembros del sni, siendo
uno por las Ciencias Sociales o Humanidades, otro por las Ciencias Na-
turales o Exactas, y un tercero por las áreas de Ingeniería o Tecnología.
Ahora bien, dentro de este modelo subyace un problema proverbial,
que ha sido destacado en torno a la trayectoria y desempeño de las Cien-
cias Sociales y las Humanidades, por cuanto estas se han mantenido en
un plano subordinado respecto a las Ciencias Exactas y Naturales. Este
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