Page 125 - LOS SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA-CONO SUR Y PAISES ANDINOS- TOMO 2 - FLAVIA FREIDENBERT
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EL SISTEMA DE PARTIDOS EN BRASIL: ESTABILIDAD... 111
prácticamente los mismos desde el comienzo de la década de 1990,
siendo que desde 1994 se nota una dinámica polarizada y estable en las
disputas nacionales, que poco a poco pasó a afectar a los niveles subna-
cionales. Tal estabilización llevó a la formación de una elite compuesta
por cuatro grandes partidos (PMDB, PT, PSDB y PFL/DEM), y otras
cuatro o cinco agrupaciones menores (dependiendo del criterio clasi-
ficatorio), que giran alrededor de las principales. Este proceso pone
de relieve una cuestión: ¿estaría ocurriendo, en Brasil, un proceso de
copia
cartelización del sistema de partidos?
La tesis del partido cartel, acuñada por Katz y Mair (1995: 16),
constituye uno de los conceptos más provocadores para el análisis tan-
to de sistemas de partidos como de partidos considerados individual-
mente. Siguiendo una reciente revisión hecha por los autores, que
27
esclareció muchos de los equívocos presentes en las discusiones sobre
el modelo, se puede definir un sistema de partidos cartelizado como
aquel en el que los principales partidos a menudo entran en colusión
(velada o explícita) para garantizar su posición dominante y su acceso
privilegiado a los recursos que son decisivos para la supervivencia de
todos: los recursos estatales, sean directos (financiamiento) o indirec-
tos (como el patronazgo). Cada día más alejados de la sociedad, los
partidos cartel no son sólo dependientes de los recursos estatales: ellos
se encuentran entrelazados con el Estado.
En el nivel de las organizaciones, la dependencia crónica de los
recursos estatales desequilibra la correlación interna de poder a favor
de la “cara pública” del partido (ocupantes de cargos públicos, elec-
tivos o no), que pasa a dominar los órganos partidistas principales.
El liderazgo partidista, buscando maximizar su autonomía directiva
para perseguir libremente los objetivos inherentes a un sistema car-
telizado (colusión con otros partidos para mantener sus posiciones
privilegiadas), intenta reforzar su posición a través de estrategias de
concentración del poder interno que perjudican las bases del partido
(Katz y Mair, 2009: 752). Aunque muchos autores insisten en ignorar
las cuestiones relativas a las organizaciones partidistas consideradas
aisladamente, Katz y Mair (2009: 757) advierten que no se puede
27 Sobre la conceptualización del partido cartel, ver sobre todo: Katz y Mair
(1995, 1996, 2007, 2009); Koole (1996); Kitschelt (2000); Wolinetz (2007) y Detter-
beck (2005).
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