Page 172 - LOS SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA-CONO SUR Y PAISES ANDINOS- TOMO 2 - FLAVIA FREIDENBERT
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CAMBIOS Y CONTINUIDADES EN EL SISTEMA... 159
El sistema de partidos chileno ha mostrado diferentes niveles de com-
petitividad en distintos tipos de elecciones. Tradicionalmente, las elec-
ciones presidenciales han ido hacia una mayor competencia entre los
candidatos de las dos coaliciones principales. Las elecciones legislativas
mostraron diferentes niveles de competitividad a lo largo del periodo
analizado aquí. No obstante, estos niveles no reflejaron una compe-
titividad real, dado que el sistema binominal implica un alto nivel de
certidumbre, debido a que el escenario más probable es que cada una
copia
de las coaliciones se lleve un escaño de los dos de cada distrito/circuns-
cripción y los partidos pequeños se queden sin representación en las
cámaras.
En las elecciones presidenciales, las primeras dos contiendas
(1989 y 1993) no precisaron de una segunda vuelta y los márgenes
de victoria superaron los 25 puntos porcentuales. Con la llegada de
los candidatos socialistas dentro de la Concertación y la recuperación
electoral de la UDI, las elecciones se volvieron mucho más competi-
tivas. Lagos ganó tanto en la primera como en la segunda vuelta por
un estrecho margen. Bachelet, pese a superar a Piñera en la primera
vuelta por más de 20 puntos porcentuales (gracias a la presencia de
dos candidatos de la Alianza, Piñera y Lavín), obtuvo en la segunda
vuelta solo siete puntos porcentuales más que el candidato de la RN.
Además, la suma de los votos en la primera vuelta de los dos candida-
tos de Alianza superaba el porcentaje de Bachelet.
Las elecciones de 2009-2010 y 2013 presentaron escenarios dife-
rentes. Por un lado, en 2009, Concertación comete el error de presen-
tar al ex presidente Frei y bloquear la candidatura de Enríquez-Omi-
nami. En un momento, la candidatura de este último parecía tener
chances de pasar a la segunda vuelta, dejando a Frei fuera (Mora-
les, 2012). No obstante, Frei finalmente queda segundo en la primera
vuelta y posteriormente pierde con Piñera por menos de cinco puntos
porcentuales. Por otro lado, en 2013 no ganó en la primera vuelta al
lograr sólo el 46.70% y pasó a la segunda vuelta con Matthei, en la
que esta última pierde por un amplio margen de 25 puntos porcen-
tuales. Evidentemente, la competitividad en 2013 era muy baja dada
la alta popularidad de Bachelet, pocas chances de una candidata de la
UDI en un contexto cada vez más con demandas de izquierda y pre-
sencia de dos candidatos desafiantes (Enríquez-Ominami y Parisi) que
obtuvieron en conjunto más del 20% de votos en la primera vuelta.
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