Page 299 - LOS SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA-CONO SUR Y PAISES ANDINOS- TOMO 2 - FLAVIA FREIDENBERT
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EL SISTEMA DE PARTIDOS EN BOLIVIA (1952-2015)... 289
gobierno de Banzer, y la oposición moderada, tampoco contribuyó a
la cohesión partidaria. En el marxismo, el POR conoció las divisio-
nes, disidencias, exclusiones y purgas habituales en partidos de célula,
con influencia sindical pero sin mayor relevancia electoral. El PCB
sufrió las disputas mundiales del comunismo, con la escisión maoísta
del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y quiebres por su
reserva frente a la guerrilla del Ché Guevara.
La paleta se enriqueció con la llegada de la segunda generación
copia
de partidos, forjada entre finales de los sesenta y los setenta, a pe-
sar de la represión militar. Ella se construyó alrededor del debate
sobre el destino del país posrevolucionario: afianzadas las medidas
de 1952, las nuevas interrogantes giraban alrededor de los derrote-
ros después de esa profunda transformación. Tres corrientes se dis-
tinguen. En la izquierda, sobresalieron el Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR) y el Partido Socialista (PS), la derecha la ocupó
Acción Democrática Nacionalista (ADN) y, eludiendo esta topografía,
se desarrolló el katarismo.
El MIR se fundó con la columna vertebral de la juventud demó-
crata cristiana que rompió con el partido matriz, comprometida con
el aliento social del Concilio Vaticano II, y jóvenes marxistas indepen-
dientes. Su nacimiento coincidió con el golpe de estado de Banzer, al
cual se opuso y lo combatió adentro, en la clandestinidad, y afuera, en
el exilio. Pese a las reservas del ala radical, en la transición a la demo-
cracia, abandonó los postulados socialistas, aceptó un entronque histó-
rico con la gesta revolucionaria de 1952, siguiendo las convicciones de
su principal líder, Jaime Paz, y se sumó a la UDP (Chávez y Peñaran-
da, 1992). La trayectoria inicial del PS fue próxima. Rechazó el golpe
de Banzer, postuló el horizonte socialista para superar la etapa revolu-
cionaria “pequeño burguesa”, como consideró a 1952. En la apertura
democrática, se dividió entre la fracción que apostó por la alianza de
izquierda en la UDP, y la que persistió en una vía propia, alrededor
de Marcelo Quiroga Santa Cruz, jefe del PS-1 (Rodas, 2010).
Los colaboradores de Banzer se agruparon en la candidatura ofi-
cialista del general Juan Pereda, que ganó las fraudulentas y anuladas
elecciones de 1978. Para el año siguiente, con aproximadamente el
mismo personal pero ya alrededor de Banzer, se creó ADN, que asu-
mió el balance del gobierno militar, reivindicó la prosperidad de los
setenta y la imposición de un ambiente de orden. La línea desarrollis-
ta de la revolución de 1952 constituyó el marco de su acción.
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