Page 78 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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menos por un perfeccionamiento del consenso, que por el refinamiento
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             del debate» . Esta validez, que Geertz atribuye a la antropología inter-
             pretativa es extensible a toda investigación científica de carácter cualita-
             tivo, pero hay que reconocer que no se trata de una validez de contenido,
             sino una validez de construcción del conjunto.
                El grado de validez equivale al grado de «refinamiento del debate» o
             «nivel de coherencia» al que se refieren, tanto de Weber como A. Schutz,
             al explicar el método de construcción de sus tipos ideales. A su vez, la
             determinación del grado de coherencia no se puede determinar a priori ni
             utilizando otros criterios que no sean el «contraste» con otros ejemplos o
             la «contrastación» con otros expertos, es decir, refinando el debate sobre
             la coherencia misma. Las técnicas cuantitativas suelen utilizar recursos
             como el análisis factorial para garantizar la validez de construcción. Esta
             función de contrastación la realizan los investigadores cualitativos con-
             trastando sus esquemas de interpretación con los de otros investigadores.
             La mayor diferencia, sin embargo, entre ambas técnicas estriba en la lla-
             mada validez predictiva universalmente aceptada y aplicada en los estu-
             dios cuantitativos, pero que, en principio, no tiene aplicación directa para
             los cualitativos, por cuanto el objetivo que éstos pretenden no es tanto
             predecir ni universalizar extendiendo hacia el futuro o hacia otros casos
             lo averiguado para una situación presente y concreta, sino diagnosticar y
             profundizar cada vez más íntegramente un caso concreto.
                No es que la interpretación cualitativa no sea expresable en términos
             cuya validez pueda ser contrastada por otros investigadores de forma que
             haya de creer con fé ciega que lo que un investigador cualitativo afirma
             deba aceptarse o rechazarse por un acto de confianza o de recelo, sino que,
             al menos, por ahora, carecemos de criterios definitivos para aplicarlos. El
             criterio predictivo vale y puede aplicarse en los estudios cuantitativos pero
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             no tiene sentido en los cualitativos . Precisamente porque estos estudios
             deben permanecer inseparables a lo concreto, real y específico, su dificultad
             para liberarse, abstrayendo hacia lo universal, es más difícil. Más que partir
             de teoremas demostrados anteriormente, el método consiste en profundizar
             cada vez más «apoyándose» en los descubrimientos o hallazgos anteriores.
                Se pretende, sobre todo, generar interpretaciones conceptuales de he-
             chos que ya están a mano, no proyectar resultados de posibles manipulacio-
             nes de estos datos. El trabajo cualitativo consiste en inscribir (descripción



               36  Geertz, C., 1988, Ob. cit., p. 39.
               37  Esta afirmación necesita ser matizada. Nuestra teoría del «síndrome Werther», aplicada
             al caso de Herria, predecía la desaparición de este fenómeno en un futuro inmediato. La desa-
             parición que de facto tuvo lugar comprobó la verdad de la teoría garantizándole así su validez
             predictiva.

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