Page 66 - METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION JURIDICA-Jorge Witker Velásquez
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Metodología Jurídica 47
Algunos de los realistas, como Robert Hale, ofrecieron análisis que
podrían ser vistos como críticas a los fundamentos básicos del sistema
económico y político. Para muchos de los realistas, sin embargo, la
crítica de la vida jurídica, política y económica estaba más relacionada
con el cambio (aunque algunas veces un cambio sustancial) dentro del
sistema establecido. Así, no fue una sorpresa que muchos de los realis-
tas asumieran puestos de gobierno bajo los programas económicos del
presidente Franklin D. Roosevelt, el “Nuevo Trato” (New Deal).
El legado del realismo jurídico norteamericano también ha sido
un punto de controversia, con las consecuentes críticas. Hay quienes
aseguran que los realistas han prevalecido completamente, ya que sus
consideraciones y puntos de vista críticos fueron incorporados al pen-
samiento jurídico dominante (en algunos círculos, es un cliché decir
“ahora todos somos realistas”). Algunos de los autores modernos más
críticos, tales como varios adeptos a la corriente del análisis crítico del
Derecho, sostienen que ellos son los verdaderos herederos del legado
realista, ya que se tomaron en serio la mirada crítica de los realistas,
a la vez que descartaban otras partes de dicho enfoque, tales como la
fe en una ciencia social neutral y objetiva. Una segunda perspectiva
sobre los realistas es considerarlos como los antecesores del análisis
económico del Derecho, en tanto que ellos socavaron la idea de que
el Derecho se bastaba a sí mismo, y defendieron una “ciencia política”
que estudiara las implicaciones de las normas jurídicas alternativas, un
papel que el análisis económico del Derecho ha asumido (al rechazar la
idea de la autonomía y la suficiencia del Derecho, los realistas fueron
también en cierto sentido los precursores de todos los enfoques inter-
disciplinarios hacia el derecho).
Sin embargo, una tercera visión sobre los realistas consistió en ver-
los como un tipo de callejón sin salida intelectual, útil sólo por su
oposición al formalismo, pero de otro modo sin propuesta alguna de
una posición teórica o programa positivo que pudiera ser sometido a
un análisis crítico.
Además, la escuela del proceso legal, que por un periodo breve fue
bastante influyente a finales de la década de 1950 y principios de la de
1960, fue una respuesta directa al realismo jurídico. El movimiento
del proceso legal respondió al argumento realista de que las normas
por sí solas no pueden resolver muchas disputas legales difíciles, y que
los jueces no son necesariamente expertos en cuanto a los argumentos