Page 292 - LOS SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA-CONO SUR Y PAISES ANDINOS- TOMO 2 - FLAVIA FREIDENBERT
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282 SALVADOR ROMERO BALLIVIáN
final de las Fuerzas Armadas del poder en 1982, los partidos y por
ende el sistema de partidos pasaron a un lugar secundario, colocados
en la clandestinidad o aceptados hasta ciertos límites. La política giró
alrededor del Ejército y los sindicatos. Las Fuerzas Armadas no eran
monolíticas, albergaban corrientes de izquierda y de derecha, dispues-
tas al diálogo con los líderes civiles afines a sus planteamientos. Entre
tanto, la oposición más frontal a los militares no nació de los partidos,
desprovistos de escenarios, sino de los sindicatos, en especial mineros
copia
y obreros.
Los militares procuraron conservar el marco de acción movi-
mientista. Incluso organizaron la elección presidencial de 1966, có-
modamente ganada por el general Barrientos contra FSB y ramas
menores del MNR, con la previsión de vetar la participación de los
ex presidentes V. Paz y Siles. Ese intérvalo constitucional, conducido
con baja competitividad, legó la Constitución de 1967, que sirvió de
marco para el retorno a la democracia, y con reformas, permaneció
vigente hasta 2009.
El Ejército buscó el patronazgo estatal sobre el movimiento cam-
pesino y durante el gobierno de Barrientos (1964-1969) lo logró en
amplia medida (Klein, 1987). En cambio, quebró lanzas con el resto
del sindicalismo, sobre todo minero, alineado con la izquierda. La
desaparición de esta vertiente de inclusión y encuadre popular di-
ferenció el periodo militar del precedente. Cortó de raíz los brotes
guerrilleros, venció a la guerrilla de Ñancauzú de Ernesto “Ché”
Guevara (1967) y la de Teoponte, de jóvenes marxistas y cristianos
(1969; Rodríguez, 2006). Mantuvo y expandió el capitalismo de Es-
tado, aunque ofreció al empresariado facilidades, espacios de poder y
ámbitos de concertación.
El periodo tuvo el punto de inflexión con el golpe de estado de
Hugo Banzer a su colega de armas pero adversario ideológico, Juan
José Torres (1971). El nuevo presidente se situó a la derecha, aliado
con el MNR de V. Paz, la FSB, el empresariado y el apoyo de Estados
Unidos en un momento álgido de la Guerra Fría. Reprimió a la iz-
quierda de viejo o nuevo cuño, se estrelló contra el sindicalismo y con-
virtió el pacto militar-campesino de Barrientos en un cascarón vacío,
manifestando que la proximidad con el movimiento popular dejó de
ser una prioridad. Para 1974, prescindió de los aliados partidarios y se
benefició con la bonanza de precios de las materias primas provocada
por el shock petrolero de 1973.
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