Page 135 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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y situaciones comprometidas. En este tipo de observación uno puede con-
jugar, sin grandes problemas, la observación informal con la formal y, si
bien, al principio, los observados pueden sentirse un tanto incómodos,
con el tiempo, el papel de observador acaba siendo asumido con naturali-
dad. Aún así, este tipo de observación está expuesto a dos peligros: Por
una parte, la persona o personas que informan al observador pueden desa-
rrollar un sentido de amistad e intimidad con el investigador que les lleva
a identificarse en exceso con éste. El informador se transforma él mismo
en observador perdiendo la perspectiva «ingenua y directa» del nativo.
Por otra parte, el observador puede perder igualmente su objetividad y
neutralidad convirtiéndose fácilmente él mismo en «nativo», esto es, per-
diendo su condición de extranjero y extraño que se acerca a la escena de
observación.
Del mismo modo que pretender ser observador cuando uno es nativo,
es fuente de errores y malos entendidos, lo es el pretender ser nativo
cuando uno desempeña el papel de y es, en efecto, un mero observador.
La ventaja de aparecer ostensiblemente como observador consiste en po-
der «desplazarse» como tal a situaciones, grupos, espacios,... a los que
un completo participante no podría acudir. Piénsese en la observación de
un pueblo pequeño. La residencia como vecino del mismo no autoriza a
introducirse en todos los ambientes del mismo. Esto resulta más evidente
cuando alguien quiere observar la policía «pasando por» tal, o una fábri-
ca enrolándose en ella como obrero, administrativo o ejecutivo. El asu-
mir por completo cada uno de esos roles posibilita un conocimiento in-
mediato de primera mano pero imposibilita por completo el acceso a
otros nichos sociales. El participante como observador, pierde inmedia-
tez pero gana en extensión de esferas en las que efectuar su recogida de
información.
c) Selectiva-Participante
El estudioso que se enrola como candidato en la academia de policía,
que entra a trabajar como ejecutivo en una empresa, que participa como
fiel asiduo en un culto de secta, que se empadrona en un pequeño pueblo
para observar un fenómeno de suicidio contagioso, efectúa un tipo de ob-
servación semejante al del primero ya mencionado. Su trabajo, sin em-
bargo, afronta una serie de problemas que hacen más difícil su labor de
recogida de datos. En primer lugar, su pretensión de pasar desapercibido
le obligará a esfuerzos más intensos de disimulo y de adaptación a su
nuevo papel con lo que, en segundo lugar, se expondrá más fácilmente a
transformarse en «nativo». Además de menos tiempo y oportunidades,
tendrá menos libertad sicológica para mantenerse como observador
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