Page 144 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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que este apadrinamiento sea oficial o público y, de hecho, su aceptación
             social se da por una especie de pacto latente de no agresión. Como orien-
             taciones prácticas se pueden señalar las siguientes:
                —Ser consciente de que la escena en la que se entra no es un campo
                   amistoso y sin tensiones, sino lleno de conflictos internos, de acu-
                   saciones mutuas, de procesos de legitimación y de intereses en-
                   contrados.
                —No dejarse acaparar por un grupo o fracción; menos aún dejarse
                   manipular por él o tomar partido por una parte frente a otra.
                —No ser absorbido por individuos o grupos «marginales» que inten-
                   ten compensar su aislamiento social con el observador.


             1.2.2. El miembro provisional

                Una vez definido el papel social e iniciada la interacción social, el
             recién llegado comienza a ser explorado como persona individual. Su-
             puesta su aceptación institucional, el observador es recibido y tratado
             como un miembro, no definitivo, sino provisional del grupo. Directa o
             indirectamente es puesto a prueba, se comprueban sus datos iniciales, se
             tantean sus debilidades y consistencias. En esta fase cobran especial im-
             portancia los comportamientos marginales y secundarios de la observa-
             ción propiamente dicha. Las amistades primeras, los gustos personales,
             los tiempos libres a través de los cuales el observador que ya es un cono-
             cido institucional, deja de ser un extraño y un desconocido personal.
                El dato crucial pasa a ser ahora el esmero en no quebrantar las nor-
             mas básicas del comportamiento, tanto social como profesional. Se tolera
             que el recién llegado desconozca los usos y costumbres locales así como
             algunos detalles propios de su calidad de profesional, pero no se le tole-
             rará el quebrantamiento de una norma tenida por fundamental para la
             convivencia general o crítica para el ejercicio de una profesión. En todo
             momento el observador debe garantizar que conoce y respeta los míni-
             mos sustanciales que gobiernan la convivencia y la profesión. El fallar
             en cualquiera de estos dos aspectos supone, no el rechazo en la admisión,
             pero sí el descrédito y la pérdida de prestigio, con lo que las oportunida-
             des y las fuentes de conseguir información serán reducidas drásticamen-
             te. Son dos, fundamentalmente, los aspectos que el miembro provisional
             debe cumplir para poder iniciar con acierto la siguiente fase: el colectivo
             de actores sociales observados debe encontrar que es verdadera su carta
             de identidad inicial al entrar en escena, y, en segundo lugar, el observa-
             dor debe garantizar que conoce y respeta los estándares mínimos de con-
             vivencia social y profesionalidad técnica. Cualquier información que

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