Page 187 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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—La conversación está dirigida por el entrevistador quien lleva en
                todo momento la iniciativa y que hace gala de una agresividad
                creciente a medida que avanza la conversación (preguntas más in-
                cisivas, comprometidas,...) y recurre constantemente a  relanza-
                mientos sucesivos para iniciar nuevos temas, evitar el hastío,...
             —La conversación es un testimonio controlado por el investigador
                que controla citas, inconsistencias, idealizaciones, fugas e inter-
                pretaciones superficiales.



          3) El Proceso de Registro
             El tercer proceso que tiene lugar en la entrevista es el del registro y
          conservación de la información obtenida. A diferencia de la observación
          que, normalmente, dura largo tiempo y permite la reflexión, la revisión
          de notas y su estructuración durante los momentos de recesión, la entre-
          vista es única o se reduce a muy pocas sesiones de trabajo. La reflexión
          simultánea al proceso de captación de información es más importante
          que en la observación y la interacción social es más intensa, por lo que
          las interferencias ajenas a ella acarrean consecuencias más decisivas. La
          entrevista consiste fundamentalmente en una conversación intensa que
          exige el mismo sumo interés y concentración por parte del entrevistador
          que por la del entrevistado. De ahí que cualquier actividad que implique
          una distracción, un embarazo, un contratiempo para cualquiera de ellos
          incide directamente en la calidad de la información, pudiendo llegar a
          impedirla por completo. Todavía hay personas, aunque cada vez son me-
          nos, y situaciones para las que la presencia de una cámara (de vídeo, por
          ejemplo), un grabador magnetofónico, ejerce una presión insuperable
          que bloquea su espontaneidad por completo. Algo parecido, aunque con
          menos gravedad, ocurre cuando el entrevistador saca su cuaderno de no-
          tas. La toma de notas durante la conversación acarrea consecuencias no
          menos graves al entrevistador que, obligado por ellas, pierde la atención
          a su conversación, se aísla del entrevistado perdiendo intimidad, y rompe
          el ritmo de una conversación fluída y cómoda.
             El entrevistador se mueve entre un deseo de asegurar la fiabilidad in-
          tentando copiar literalmente lo que oye, y la validez de una conversación
          en la que se rompe la interacción humana viva. La toma personal de no-
          tas violenta menos al entrevistado y permite, al entrevistador, algunas ve-
          ces anotar comentarios que vienen a su mente y cuya conservación puede
          ser importante, pero exige demasiada concentración por parte de éste y
          resta vida e intimidad a la conversación. La toma mecánica (cámara, gra-
          bador) libera totalmente al entrevistador y le permite trabajar al pleno de

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