Page 256 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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emplear en ella son igualmente aplicables aquí. Las tácticas allí mencio-
nadas como la Lanzadera, el Embudo, el Espejo, la Estructuración... se
aplican con la misma facilidad y frecuencia.
El Relanzamiento, finalmente, que mantiene viva la entrevista apela
a los mismos recursos del Eco, del Resumen, del Silencio, del Desarro-
llo, de la Insistencia, de la Cita Selectiva, del Frigorífico a las que allí se
aludía.
Proceso y Motivación
El moderador, desde este punto de vista, desempeña el papel de «ani-
mador» sin poder olvidar el carácter instrumental de sonsacador que justifi-
ca sus presencia e intervención en el grupo. Su posición es de una neutrali-
dad apasionada, interesado vivamente y, al mismo tiempo, despegado del
grupo. Su interés y sus gestos o expresiones de aprobación deben orientarse
a lograr que las personas intervengan en el grupo, pero debe mantenerse
imparcial en todo momento respecto a todo punto de vista emitido. El gru-
po, una vez puesto en marcha, desarrolla una dinámica propia que el mode-
rador debe conocer y controlar, sin permitir en ningún momento que se le
vaya de las manos. Bajo su dirección deben estar tanto los atrevidos y lo-
cuaces, los imponentes y avasalladores como los tímidos y los silenciosos,
los miedosos y los débiles de carácter. Puede pasarse, controlando al habla-
dor, aprobando su punto de vista y «comprobando» cómo lo aprueban los
demás miembros del grupo, del mismo modo que puede animarse a un tími-
do, animándole a que «ayude» a la riqueza de la conversación. Las tácticas
mencionadas de la interacción, el sonsacamiento y el relanzamiento, deben
ir entremezcladas en todo momento y flexibilizadas al grado máximo.
Hay que tener presente que no pueden establecerse reglas fijas, pues-
to que la situación es siempre fluída y flexible, cambiante y en tensión
social, es decir, llena de dinamismo propio. Por eso, la regla suprema es
la de no perder contacto con esta misma dinámica. El moderador debe te-
ner como regla máxima la de mantenerse en estrecha empatía con el gru-
po, consciente de que él es el moderador sutilmente invisible y discreta-
mente eficaz. Ello no debe lograrse a costa de permitir que se desarrolle
un proceso de excesiva identificación emocional de ningun sujeto con el
3
líder del grupo. Fritz Redl ha descrito algunos de estos procesos emo-
cionales que deben ser evitados a todo precio.
3 Redl. F., «Ten Types of Group Formation» en Coser, L.A. & Rosenberg, B. (eds.), Sociolo-
gical Theory: A Book of Readings, MacMillan, New York, 1964. (Original de Redl: Psychiatry,
The William Alanson White Psychiatric Foundation Inc, 1942).
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