Page 255 - LOS SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA-CONO SUR Y PAISES ANDINOS- TOMO 2 - FLAVIA FREIDENBERT
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en las dos Cámaras coincide desde entonces. La Cámara de Sena-
dores pasó a integrarse con 30 miembros electos en circunscripción
única nacional y se le incorporaba además “...el Vicepresidente de la
República que tendrá voz y voto y ejercerá su presidencia”. A partir
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de entonces queda constituido un sistema electoral uruguayo maduro
que se puede caracterizar a partir de cuatro rasgos básicos: i) elección
por mayoría relativa del Poder Ejecutivo; ii) representación propor-
cional para el Poder Legislativos; iii) doble (o múltiple) voto simultá-
copia
neo, y iv) simultaneidad de todas las elecciones.
Entre 1942 y 1954, el sistema de partidos uruguayo mostró un
predominio casi incuestionable del Partido Colorado. Su superiori-
dad respecto del Partido Nacional, si bien puede estar estimulada por
la división del Partido Nacional —otro rasgo del periodo— no obe-
dece mecánicamente a esa razón. Los votos sumados de los blancos
nunca se acercaron peligrosamente al caudal colorado, a no ser, qui-
zás, en las elecciones de 1946. Más allá de las consideraciones pro-
piamente electorales, es innegable que un factor decisivo para el apo-
yo popular al batllismo y al Partido Colorado durante el periodo lo
constituyó el éxito del modelo socio-económico del neobatllismo que
promovió la industrialización por sustitución de importaciones (ISI),
se financió con los excedentes de la producción agropecuaria y des-
plegó un extenso arsenal de políticas sociales inclusivas. A todo esto
el país ya había realizado una nueva reforma constitucional en 1952
que restituyó el gobierno colegiado, esta vez de forma integral. La re-
forma resultó nuevamente de un pacto entre colorados conservadores
y el herrerismo y creó un modelo extremo de coparticipación que,
además de los lugares para la minoría en el Concejo de Gobierno, le
asignaba posiciones en los entes autónomos.
Hacia 1954, el modelo comenzaba a dar señales de agotamien-
to y la elección siguiente en 1958, se realiza en un contexto de crisis
económica y social. En ese marco se produce un fuerte viraje en el
sistema político: por primera vez en casi un siglo los blancos llegan
a ocupar la titularidad del gobierno. Obviamente la crisis jugó un
papel fundamental en la reducción de la votación colorada en torno
a 10 puntos porcentuales. El triunfo nacionalista también está funda-
mentado en dos modificaciones importantes en su configuración. En
primer lugar la definitiva reunificación del partido y el establecimien-
8 Artículo 85 de la Constitución de 1942 (Cámara de Representantes, 1957: 336).
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