Page 54 - LOS SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA-CONO SUR Y PAISES ANDINOS- TOMO 2 - FLAVIA FREIDENBERT
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40 ANDRÉS MALAMUD / MIGUEL DE LUCA
2. Evolución de la oferta partidaria
Los sistemas electorales nunca son neutros, pero en el caso argentino
generan un fuerte sesgo partidario que favorece al PJ y, en menor medi-
da, a la UCR. Esa desproporcionalidad desalienta la consolidación de
terceros partidos nacionales. La desproporcionalidad tiene tres fuen-
tes: el umbral efectivo, el malapportionment y la distribución geográfica
del electorado (Grofman et al., 1997). El umbral efectivo es el porcen-
copia
taje mínimo de votos que un candidato o partido debe recibir para
ser electo, y resulta de la combinación de la fórmula electoral con la
magnitud de distrito. Malapportionment es cualquier distribución de ban-
cas que viole el principio de igual representación a igual población. El
malapportionment sólo es posible en sistemas electorales que comprenden
más de un distrito electoral. La distribución heterogénea del electora-
do puede ser consecuencia de intentos deliberados para influenciar los
resultados (gerrymandering) o de una combinación demográfica y geo-
gráfica espontánea, pero su consecuencia es que la misma cantidad
de votos puede obtener diferente representación si éstos se encuentran
territorialmente concentrados en lugar de dispersos.
Antes de la reforma constitucional de 1994, cuando el presidente
y el vicepresidente eran elegidos indirectamente, nunca se conformó
una mayoría distinta a la decidida por el voto popular. Desde 1995,
el balotaje modificado buscó limitar la fragmentación electoral: para
ganar en la primera vuelta un candidato necesita obtener el 45% de
los votos, aunque también gana si alcanza el 40% más una diferencia
de 10% con el segundo. Consecuentemente, los partidos tienen incen-
tivos para aliarse desde la primera vuelta, ya sea para alcanzar uno
de estos umbrales o para evitar que el candidato mejor posicionado lo
consiga (Castiglioni, 1995). Como resultado, las elecciones presiden-
ciales han funcionado efectivamente como lo harían bajo un sistema
de mayoría simple (o mayoría relativa). Los efectos del malapportionment
y de la distribución heterogénea del electorado son inexistentes en
esta elección porque es celebrada en un distrito único.
Los senadores son elegidos en el ámbito de las provincias, corres-
pondiendo dos por distrito hasta 1995 y tres desde entonces. Estos
tres senadores son electos por un sistema de voto limitado, por lo que
el máximo de legisladores que puede conseguir una lista es dos. El
umbral efectivo varía de acuerdo al rendimiento, pero dadas las ca-
racterísticas del sistema, siempre dos y no más de dos listas obtienen
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