Page 150 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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—Tampoco puede ser confundido el informador con los que S. Tay-
                   lor 20  denomina «gatekeepers», auténticos dueños de la informa-
                   ción en no pocas ocasiones, desde el momento en que son ellos los
                   que deben dar paso y acceso a las personas y situaciones objeto de
                   observación. Telefonistas, porteros, conserjes, secretarios, inspec-
                   tores, son personas críticas que, si no son tratados adecuadamente,
                   pueden constituir un obstáculo insuperable a la investigación. Me-
                   nos aún puede ser confundido el informador con los individuos
                   «legitimadores» que, con su autoridad, prestigio, poder o recursos
                   pueden conseguir una aceptación social de hecho, más o menos le-
                   gitimada, para el investigador. Estos, como los «controladores»,
                   son personas críticas en el acceso a la información, pero no consti-
                   tuyen la auténtica fuente de la misma.

                Esta función es precisamente la que está expresamente reservada al
             informador, aunque, en no pocos casos, legitimadores y controladores,
             pretendan asumir indebidamente este papel. Naturalmente no todos los in-
             formadores son de la misma calidad. Unos suministrarán información
             rica, densa y provocativa, otros apenas serán capaces de ofrecer informa-
             ciones de contenido superficial y estereotipado. De ahí que, tanto la selec-
             ción como el cultivo de los informadores, constituyan un elemento decisi-
             vo en la marcha de la observación. Pueden utilizarse cuatro criterios para
             seleccionar adecuadamente el cuadro de informadores para una observa-
             ción, teniendo bien entendido que éstos no son seleccionados todos al
             mismo tiempo, ni desde el principio, ni para todo el desarrollo de la ob-
                     21
             servación .
                En principio, cada observación prima más a un tipo de informador
             sobre otro, y, dentro de una misma observación, cada fase o tema de la
             misma requiere de unos u otros informadores. No se puede aceptar el
             principio uniforme de «todos para todo y para siempre».
                a) El primer criterio utilizable para la elección de un buen informa-
                   dor es el de su «sensibilidad». Desde este punto de vista hay seis
                   clases de personas especialmente cualificadas para esta tarea:
                   —El extraño que contempla los hechos desde el punto de ventaja
                     de otra cultura, clase social, comunidad,...
                   —El novato (rookie) que se sorprende por lo que acontece y cae
                     en la cuenta de cosas que el aclimatado pasa por alto, y que aún
                     no tiene intereses (creados) que defender en el sistema.


               20  Taylor, S. & Bogdan, R., Ob. cit.
               21  Dean, J. & Eichhom, R., Ob. cit., pp. 142-144.

                                                                          151
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