Page 157 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
P. 157
—En primer lugar, este replanteamiento, no puede dejarse a la im-
provisación, ni a la superficialidad. Debe efectuarse de modo sis-
temático respecto a los cinco tipos de muestreo mencionados: opi-
nático, estratégico, embudo, accidental, intencional; y respecto a
las tres fuentes de información: personas, escenarios, focos.
—En segundo lugar, no se puede posponer para el final de la fase de
recogida de datos.
—En tercer lugar, el control de la observación debe establecerse des-
de el comienzo de la misma y efectuarse de manera periódica, si
se confirman en profundidad hipótesis iniciales temporalmente
abandonadas, etc.
—En cuarto lugar, debe contrastarse la información acumulada acu-
diendo a personas o escenarios que pueden comprobar o desmentir
tal información/ interpretación.
—En quinto lugar, debe contrastarse internamente la información, de
forma que el observador disponga de plataformas de lanzamiento
hacia hipótesis o interpretaciones más audaces, más sutiles, más
ricas y más densas.
El observador, por consiguiente, trabaja a modo de lanzadera que
acude a escena a recoger información, se retira a su soledad para anotar-
sistematizar-interpretar y, de nuevo, vuelve a salir a recoger nueva infor-
mación, acudiendo tal vez a las mismas personas, a los mismos escena-
rios y a los mismos tópicos. Se forma así un círculo (una espiral, más
bien) conforme a la cual y mediante un ciclo periódico sistemático de
cada día, semana, mes u otra fecha señalada, el investigador repite toda
la serie de trabajos que va realizando: «observar - cuestionar - anotar -
ordenar - sistematizar - reflexionar», para salir de nuevo a escena a repe-
tir más en profundidad, con más cercanía de experiencia, con más rique-
za de significado, todo el proceso de nuevo. Siguiendo esta estrategia de
lanzadera el observador consigue una serie de objetivos imprescindibles
para el éxito final de su trabajo. He aquí algunos de ellos:
—Superar el riesgo de haber efectuado un muestreo defectuoso por
escaso, desorientado o sesgado.
—Identificar toda la gama de variaciones formales o informales del
tema, de los actores sociales y de las interpretaciones y significa-
dos que éstos atribuyen a sus actos.
—Coleccionar y destacar los casos más recurrentes para poder dis-
tinguir lo típico de lo atípico, lo rutinario de lo coyuntural.
—Estar al acecho y poder cazar la paloma de paso, que sólo es cap-
tada si se ocupan los espacios y los momentos estratégicos. Sobre
todo, evitar el riesgo de tipificaciones e interpretaciones prematu-
158