Page 16 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
P. 16

Conforme a esta dicotomía, la metodología cualitativa representa la
             concreción metodológica de la perspectiva émica, al paso que la cuanti-
             tativa representaría la perspectiva ética. Los métodos cualitativos son los
             que enfatizan conocer la realidad desde una perspectiva de  insider, de
             captar el significado particular que a cada hecho atribuye su propio
             protagonista, y de contemplar estos elementos como piezas de un con-
             junto sistemático. Nada de todo ello es apreciado como importante por la
             metodología cuantitativa.
                La mayoría de los autores, sin embargo, adoptan posturas más fun-
             cionales pragmáticamente y menos irreductibles teóricamente, siendo la
             corriente más numerosa la de aquellos que adoptan una postura irénica
             que se resume en dos postulados básicos:
                a) La metodología cualitativa es tan válida como la cuantitativa y su
                   diferencia estriba en la diferente utilidad y capacidad heurística
                   que poseen, lo que les hace recomendables en casos y situaciones
                   distintas. El acierto del investigador depende no de la metodolo-
                   gía que utiliza sino del acierto en aplicarla en aquellos casos espe-
                   cíficos para los que está más adaptada.
                b) La metodología cualitativa no es incompatible con la cuantitati-
                   va, lo que obliga a una reconciliación entre ambas y recomien-
                   da su combinación en aquellos casos y para aquellos aspectos
                   metodológicos que la reclamen. Esta combinación recibe el
                   nombre de triangulación y es utilizada cada vez con mayor in-
                   sistencia.

                Frente al «monopolio» de lo científico que, aparentemente, han pre-
             tendido arrogarse los métodos cuantitativos, reflejo de una ciencia so-
             cial positivista, son cada vez más frecuentes las voces que reclaman una
             «alternativa» científica ajena a una concepción naturalista de la sociolo-
             gía (F. Erickson, 1986, Van Maanen, 1982, 1985, Burrell-Morgan, 1982,
             Guba, 1978, Hesse, 1980, Spradley, 1979, Taylor-Bogdan, 1984, Lin-
             coln, 1985, Strauss, 1987, Harrison, 1991, Sherman & Reid, 1994). Esta
             defensa de la alternativa cualitativa de la metodología investigadora re-
             fleja, no pocas veces, la impaciencia y el resentimiento de quien se ha
             visto expulsado y rechazado por los mentores de la ciencia que han es-
             tigmatizado a la metodología cualitativa y a sus seguidores como colec-
             tivos de científicos de segunda categoría y de aficionados más que de
             auténticamente profesionales.
                Otras veces, en cambio, la apología de las técnicas cualitativas se re-
             viste de fundamentalismo científico y adopta un carácter maximalista
             que pretende atribuir a la metodología cualitativa una capacidad episte-
             mológica superior (cuando no exclusiva) a la que puede ofrecer el méto-

                                                                           17
   11   12   13   14   15   16   17   18   19   20   21