Page 226 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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análisis, en definitiva, no podrá nunca ir más allá del horizonte abarcado
previamente durante la fase de sonsacamiento de la entrevista. El análi-
sis es una parte integrante de la entrevista y, como tal, no puede zafarse
ni actuar ignorando los presupuestos que condicionan y presiden a ésta.
Por ésto mismo, el trabajo del análisis:
—Acepta, de entrada, la imposibilidad de empatizar completamente
con el entrevistado, de revivir personalmente su experiencia.
—Acepta, así mismo, el carácter vicario de la entrevista, a través de
la cual le es permitido acercarse, de forma mediatizada por el rela-
to del entrevistado, a la auténtica experiencia de éste.
Con estas dos limitaciones básicas, el análisis persigue un fin especí-
fico y concreto, la comprensión del mundo tal como el propio entrevista-
do lo construye. Este objetivo se articula en tres momentos:
—la estructuración o reconstrucción del construct personal del pro-
pio entrevistado,
—la captación del significado que éste construct encierra y, final-
mente,
—la exposición vicaria que, en forma de relato elaborado por el en-
trevistador, transmite construct y significado al mundo exterior.
En cierto sentido, el análisis es el reverso de la entrevista y el en-
trevistador se transforma a sí mismo en entrevistado. Para efectuar
apropiadamente este transfert experiencial el entrevistador necesita de-
sempeñar una difícil tarea de reproducción fiel del construct personal
del entrevistado, difícil por cuanto sólo ha tenido acceso al mismo a
través del relato fragmentario de éste. Debe, a continuación, extraer
íntegramente el significado, la visión del mundo que, a través de este
construct, elabora el propio entrevistado. Y, finalmente, intentará trans-
mitir ambos (construct y significado) a una audiencia relevante. El pri-
mero es un trabajo de sistematización, de reestructuración, de recons-
trucción, el segundo es uno de elaboración teórica, de modelización, y
el tercero pertenece al mundo de la producción literaria y de la comuni-
cación social.
La preparación del análisis comienza con una lectura (escucha)
varias veces repetida, de la entrevista finalizada. Nunca una lectura
única es suficiente para captar en todos sus detalles la riqueza de con-
tenido almacenado, ni siquiera para señalar con garantía suficiente
cuáles son sus elementos y claves principales. Nunca puede ser susti-
tutiva de la información obtenida «facie ad faciem» del propio entre-
vistado. No pueden olvidarse ni pasarse por alto los datos o pequeñas
claves no verbales que el entrevistador ha captado y que, tal vez, han
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