Page 228 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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forman, de aquí en adelante en núcleos en torno a los cuales se va ela-
             borando la reconstrucción de la entrevista. Como es obvio, esta recons-
             trucción no es una mera réplica de la misma (para eso ya están las no-
             tas o la grabación audio-visual), sino la recreación del construct
             personal que el entrevistado ha transmitido a lo largo de su conversa-
             ción. De una u otra forma, todo individuo integra en un todo único,
             personal e irrepetible, aunque no los asimile, todos los elementos signi-
             ficativos de su experiencia personal. Ellos constituyen «su» mundo, no
             el mundo. En cierto modo le pertenecen y los controla, si bien simultá-
             neamente le dominan y le sobrecogen. La construcción social de la rea-
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             lidad, como señalan Berger y Luckmann , es una construcción siempre
             original de modelo único. Todos estos elementos, de una u otra forma,
             son amasados e integrados en un producto, un construct que suplanta,
             para el individuo, y hace las funciones de, mundo objetivo y real. Es
             este mundo que el entrevistador ha intentado «extraer» y el entrevista-
             do «transmitir» a lo largo de la entrevista, el que se intenta reproducir y
             reconstruir fielmente. Para ello, una vez fijados los núcleos centrales
             (conceptos-eventos) se inicia una segunda revisión, cuyo objetivo es la
             búsqueda y sistematización de las categorías utilizadas por el entrevis-
             tado. El recurso a las categorías permite la tarea de codificar toda la
             conversación.
                El entrevistador decide personalmente, a la vista de su material, si
             la codificación en categorías deberá llevarse a cabo a base de palabras,
             frases o párrafos completos. Esta categorización inicial, dentro de
             cada núcleo de interés, permite captar su frecuencia, en diversidad, su
             riqueza de contenido, pero, sobre todo, permite efectuar dos tareas
             más concretas:
                —Establecer las relaciones entre las diferentes categorías (equiva-
                   lencia, contradicción, influjo,...).
                —Señalar los conceptos sensibilizadores, que destacan por la impor-
                   tancia que les atribuye el entrevistado.
                Este paso de la categorización, y consiguiente codificación del rela-
             to, impone una estructura externa a la misma con influencia directa para
             su interpretación posterior. Por este motivo, el analista debe ser cons-
             ciente de que la categorización no reside en los datos mismos, sino que
             constituye una estructuración impuesta desde fuera por él mismo. Su va-
             lidez estriba en que coincide con la categorización que, una vez contras-
             tada, aceptaría como propia el entrevistado mismo. A estas alturas es
             posible ya ir elaborando un diseño tentativo del construct personal del

               10  Berger, P. & Luckmann, T., Ob. cit.

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