Page 235 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA-José Ignacio Ruiz Olabuénaga
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—El emplazamiento (página, lugar de la página,...)
             —Los titulares (columnaje, altura, superficie, tipos,...).
             —La presentación (ilustración, color, fotografía,...).
             Tanto si se quiere leer el contenido manifiesto como inferir conteni-
          dos latentes y contextos, conviene diseñar marcos de referencia o cons-
          tructos dentro de los cuales el texto cobre sentido. Estos constructos pue-
          den ser de muchas clases, tales como:

             —Frecuencias, secuencias, tendencias.
             —Patrones, diferencias.
             —Proximidades ecológicas, Asociaciones/Relaciones.
             —Perfiles, tipologías, factores.


          Análisis en Profundidad

             Poco conseguiría un Análisis de Contenido que se detuviera en
          este nivel de búsqueda por muchos e interesantes que pudieran ser sus
          hallazgos. Los textos contienen muchos más significados porque, en
          expresión de J. Ibáñez, las «competencias» son más extensas e inten-
          sas que las «perfommances» . Ahora bien no existen algoritmos para
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          analizar los textos y, con frecuencia, además captamos sólo su estruc-
          tura mientras «censuramos» su proceso de producción y el «contexto»
          en el que se producen. El Análisis de Contenido, además de considerar
          la «estructura» del texto y el significado «estandarizado» (normaliza-
          do de palabras, enunciados o textos, pretende captar el «proceso de
          producción» del mismo y los significados peculiares (íntimos, únicos,
          no normalizados, ilegales) que un autor «confiere» a su texto. Al ana-
          lizar el proceso de producción, el análisis cualitativo, insiste en el co-
          nocimiento de las condiciones (individuales y sociales) que influyen
          en su producción.
             Como ejemplos de este tipo de análisis, J. Ibáñez 16  sugiere un desa-
          rrollo sistemático del estudio de las «capacidades» del lenguaje que nos
          lleva del plano del significado manifiesto al significante intencional. Un
          desarrollo que, según el mismo Ibáñez, puede efectuarse a tres niveles: el
          nuclear o mínimo (detectando las unidades mínimas del lenguaje), el au-
          tónomo o medio (detectando la selección y la combinación de estas uni-
          dades) y el Synnomo o máximo (contextualizando estos discursos en la
          micro y en la macrosituación).

            15  Ibáñez, J., Ob. cit., p. 128.
            16  Ibáñez, J., Ob. cit.

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