Page 156 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN JURÍDICA-Jorge Olvera García
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gación había surgido tiempo atrás al amparo de la Escuela de Chicago, y represen-
tó una opción de considerable importancia en una época de grandes movimientos
sociales: la lucha estudiantil, el cuestionamiento a la guerra de Vietnam, el
movimiento hippie, la lucha por la igualdad de los derechos civiles, el movimiento
feminista, etcétera. Todos estos acontecimientos revelaban que la supuesta socie-
dad estable y consensual no era tal y que, por tanto, otras posiciones debían
surgir para explicar estas nuevas realidades (Álvarez, 1992: 15).
Es bajo el contexto de inconformidad y revuelta social que los interaccionis-
tas simbólicos implementaron nuevas teorías para interpretar la conducta des-
viada; analizaron todas aquellas conductas que reflejaban la lucha social que se
realizaba a favor de la paz, de la homosexualidad, de los derechos civiles, del fe-
minismo, de la libertad sexual, de la lucha antirracista. El término desviación se
complementó perfectamente con el aspecto social: desviación social, término
que sería la base del lenguaje descriptivo del interaccionismo simbólico.
La desviación de los jóvenes que introducían conductas “inmorales” como
el consumo de marihuana, la homosexualidad, el hippismo, el feminismo,
etcétera, llamó poderosamente la atención de criminólogos y sociólogos. Para
analizar y estudiar estas nuevas conductas criminales sin víctima, arribó pau-
latinamente al escenario el grupo de interaccionistas simbólicos que nació,
creció y se desarrolló en la Nueva Escuela de Chicago, para marcar una sepa-
ración con respecto a los investigadores funcionalistas anteriores; ahora los
interaccionistas simbólicos serían los new Chicago boys. Entre los años sesenta
y setenta se distribuyeron los diversos trabajos en esta nueva generación de
académicos, estudiosos del fenómeno delictivo y del orden social.
Por lo anterior, el interaccionismo simbólico se constituyó como una dis-
ciplina interpretativa, cuya intención fue comprender y representar el proceso
de creación y asignación de significados de la realidad en el ámbito de las vi-
vencias cotidianas. Desde este punto de vista, la realidad se configura dinámi-
camente; el sujeto interactúa con la sociedad y consigo mismo, la comunica-
ción se convierte en el vehículo para relacionarse, pues facilita la realización de
múltiples relaciones sociales como el intercambio de experiencias, valores,
mensajes, etcétera. Sujeto y sociedad no son estáticos, interactúan entre sí y
con los objetos, por medio de códigos de comunicación en donde el régimen
simbólico de los signos es el menú de los intercambios de información.
De acuerdo con el interaccionismo simbólico, si se quiere realmente inves-
tigar con respecto a un fenómeno, persona o grupo social, se deben evitar los

