Page 158 - METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN JURÍDICA-Jorge Olvera García
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                   Para el interaccionista simbólico, la capacidad de pensamiento reside en la
               mente, pero la distingue del cerebro fisiológico. Además, los interaccionistas no
               conciben la mente como una cosa, como una estructura física, sino como un
               proceso ininterrumpido. La mente guarda relación con la socialización, los
               significados, los símbolos, el self, la interacción e, incluso, la sociedad (Ritzer,
               1993: 237-238).
                   Las personas están dotadas de pensamiento, esta capacidad se configura y
               refina mediante el proceso de interacción social (socialización). Para los inte-
               raccionistas simbólicos la socialización es un proceso sumamente dinámico
               que permite a las personas desarrollar la capacidad de pensar de una forma
               distintivamente humana e individual y diferente entre cada una. La socializa-
               ción no se trata simplemente de recibir información, se trata de un proceso
               dinámico en el que el actor da forma y adapta la información que recibe de
               acuerdo a sí mismo y a sus necesidades.
                   La importancia del pensamiento para los interaccionistas se refleja en su
               concepción de los objetos. Blumer distinguió entre tres tipos de objetos: ob-
               jetos físicos (silla, árbol), objetos sociales (estudiante, madre) y objetos abstrac-
               tos (idea, principio moral). Los objetos son simplemente cosas que están ahí
               afuera en el mundo real, pero lo que importa es cómo los actores definen a esos
               objetos. Esto hace que cada persona tenga un significado relativo y particular
               de cada objeto. Para los interaccionistas simbólicos, el significado no se deriva
               de los procesos mentales sino del proceso de interacción. La preocupación cen-
               tral no reside en el modo en que las personas crean mentalmente los significa-
               dos y los símbolos, sino en el modo en el que los aprenden durante la interac-
               ción en general y la socialización en particular. En una interacción social, las
               personas aprenden símbolos y significados; responden irreflexivamente a los
               signos (cuando ven los gestos de un perro enzarzado en una pelea). Pero, por
               otra parte, a los símbolos se responde de una manera enteramente reflexiva,
               porque son objetos sociales que se usan para representar (significar). Los obje-
               tos sociales (palabras, artefactos físicos, acciones físicas) que representan otras
               cosas, son símbolos (la Estrella de David, significa judaísmo). Las personas
               suelen utilizar símbolos para comunicar algo acerca de sí mismas, ejemplo:
               conducen un Rolls-Royce para comunicar cierto status o modelo de vida (Rit-
               zer, 1993: 246).
                   Los interaccionistas simbólicos conciben el lenguaje como un vasto siste-
               ma de símbolos. Las palabras son símbolos porque se utilizan para significar
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